Una visita al Parque Nacional de Timanfaya es una visita obligada para todo visitante de Lanzarote. Tal escenario es el resultado de las erupcionas volcánicas ocurridas en el siglo XVIII y XIX, convertido hoy en día en el símbolo de esta peculiar isla.
Tanto por su escasa vegetación como por el paraje que parece sacado de una novela de ciencia ficción, como por sus propias curiosidades como la existencia de geiseres activos, un museo dedicado al lugar e incluso un restaurante-mirador, sin duda este lugar merece ser visitado al menos una vez en la vida.